Sinceridad
Una banda de ladrones apresó a un hombre sincero que estaba intentando estudiar el Camino de los sufíes. Descubriendo que no tenía posesiones de importancia alguna, empezaron a murmurar qué hacer con él. De repente el hombre empezó a gritar:
-¡No! ¡No! ¡Por favor, dadme tiempo!
-No estés tan asustado – dijo el jefe de los bandidos – esto terminará enseguida. Puesto que puedes identificarnos más tarde, vamos a matarte. ¡La muerte no es nada realmente, la hemos visto tantas veces…!
-¿La muerte? – dijo el hombre – no estoy preocupado por eso… pensé que habíais decidido pedirme que me volviese verdaderamente sincero. Esto es lo que habría sido difícil.