Si tu maestro te ordena manchar tu esterilla de oración con vino, obedécelo
Se cuenta que un hombre fue a la asamblea del maestro Baqi-Billah de Delhi y dijo:
-He estado leyendo el famoso versículo del Maestro Hafiz… “Si tu maestro te ordena manchar tu esterilla de oración con vino, obedécelo”, pero yo tengo dificultades.
-Practica sin contacto conmigo por algún tiempo y te aclararé esta cuestión – dijo Baqi-Billah
Tras un considerable período de tiempo, el discípulo recibió una carta del sabio, que decía:
-Toma todo tu dinero y dáselo al vigilante de algún burdel.
El discípulo quedó sorprendido y, por algún tiempo, pensó que el maestro debía de ser un impostor. Sin embargo, tras luchar consigo mismo durante varios días, fue a la primera casa de mala fama y le ofreció al hombre que estaba en la puerta todo el dinero que tenía.
-Por esta cantidad de dinero – dijo el guardián – te concederé la más escogida gema de nuestra colección, una mujer intacta.
En cuanto entró a la habitación, la mujer dijo:
-He sido engañada para entrar en esta casa, y soy mantenida por la fuerza y mediante amenazas. Si tu sentido de la justicia es más fuerte que tu razón para venir aquí, ayúdame a escapar.
Entonces el discípulo comprendió el significado del poema de Hafiz: “Si tu maestro te ordena manchar tu esterilla de oración con vino, obedécelo.”