Resucitado
Un día uno de los apóstoles de Jesús estaba predicando en una pequeña ciudad. La gente le pidió que hiciera un milagro resucitando a un muerto tal y como lo había hecho Jesús.
Se fueron al cementerio de la ciudad y se detuvieron delante de la tumba de un hombre pobre cuya más querida propiedad había sido un burro. Este animal había sido lo más importante de su existencia. El apóstol rezó a Dios para que le devolviera la vida al muerto.
Éste se levantó de su tumba, miró a su alrededor y gritó:
-¡Mi burro! ¿Dónde está mi burro?