Recuerdo
En el monasterio de Esceta, el abad Lucas reunió a los frailes para el sermón.
-Que nadie jamás os recuerde – dijo.
-Pero, ¡cómo! – respondió uno de los hermanos – ¿es que acaso nuestro ejemplo no puede ayudar a alguien que lo necesita?
-En los tiempos en que todo el mundo era justo nadie prestaba atención a las personas ejemplares – respondió el abad – todos daban lo mejor de sí mismos, sin pretender con ello cumplir su deber con el hermano. Ojalá pudiéramos conseguir lo mismo en el presente: hacer del bien algo tan común que no hubiera necesidad de exaltar a quienes lo practican.