Quédate despierto
Algunas noches quédate despierto hasta el amanecer,
como a veces hace la luna para el sol.
Sé el cubo rebosante que, izado por el oscuro camino
del pozo, se extrae a la luz.
Rumi
Algunas noches quédate despierto hasta el amanecer,
como a veces hace la luna para el sol.
Sé el cubo rebosante que, izado por el oscuro camino
del pozo, se extrae a la luz.
Rumi
Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de…
Érase una vez un hombre que tenía hermosas casas en la ciudad y en el campo, vajilla de oro y plata, muebles forrados en finísimo brocado y carrozas todas doradas. Pero desgraciadamente, este hombre tenía la barba azul; esto le daba un aspecto tan feo y terrible que todas las mujeres y las jóvenes le…
Los habitantes de un pueblo turco llamado Karatepo, célebres por su simpleza, nunca habían visto un camello. Uno de aquellos habitantes, que había plantado unas sandías hermosísimas, vio aparecer un día un animal extraordinario, muy alto, de color beige, que entró en su jardín y se comió las sandías.-¿Qué animal es ése? – preguntó el…
El sufí Bayazid dice acerca de sí mismo:-De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: » Señor dame fuerzas para cambiar el mundo «A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma,…
Najrani dijo:-Si dices que puedes «casi comprender», estas diciendo tonterías.Un teólogo, al que le gustó esta frase, preguntó:-¿Puedes darnos un equivalente de esto en la vida corriente?-Naturalmente – dijo – esto es lo mismo que decir que algo es «casi una manzana»
Un maestro sufí tenía un discípulo particularmente cuidadoso de su persona y muy especialmente de su barba. La llevaba majestuosa y florida; la mantenía con gran delicadeza, alisándola, acariciándola, perfumándola y expresando, gracias a ella, el verdadero perfil del perfecto creyente.Sin embargo, un día sintió la necesidad de confiar al sufi su infortunio espiritual:-Maestro, he…