Prisa

Esta es la historia de un hombre que viajaba en un tren lento que se había detenido por centésima vez en una estación. El hombre saltó del vagón y corrió hacia al maquinista:
-¿No puede ir más deprisa? – le dijo a gritos.
-Sí señor, por supuesto que yo puedo ir más deprisa, ¡pero no se me permite abandonar el tren!

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