Pollos

Un hombre fue al mercado y llegó a la tienda de Nasrudín, donde vio un pollo colgado.
-¿Cuánto pesa? – preguntó a Nasrudín
-Dos kilos y medio – contestó.
¿No tiene uno más grande? – volvió a preguntar el cliente.
-Voy a mirar – respondió Nasrudín.
Nasrudín sólo tenía aquel pollo, pero no deseaba perder la venta, así que entró en la trastienda y al minuto volvió con el mismo pollo entre las manos.
-Señor, éste otro pesa tres kilos – dijo Nasrudín.
-Muy bien – dijo el cliente satisfecho – ¡Póngame los dos !

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