Perros y gatos
Un gato pasó casualmente junto a una asamblea de perros cuyo líder decía:
-Hermanos, recemos juntos y pidamos con fervor que el Gran Dios Perro nos envíe del cielo buenos y abundantes huesos.
El gato se alejó de allí diciendo para sí:
-¡Estúpidos, idólatras, ignorantes infieles! ¿Cómo es posible que le recen a ese dios de paganos y no al verdadero Gran Dios Gato, y cómo es posible que en vez de pedir huesos no pidan ratones?