Negocios

Le dijo el Maestro al hombre de negocios:
-Del mismo modo que el pez perece en tierra firme, así también pereces tú cuando te dejas enredar en el mundo. El pez necesita volver al agua… y tu necesitas volver a la soledad.
El hombre de negocios no salía de su asombro.
-¿Debo, pues, renunciar a mis negocios e ingresar en un monasterio?
-No, nada de eso. Sigue con tus negocios y entra en tu corazón.

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