Nasrudín y el resto de halwa

Un día el Mulla Nasrudín pidió a su esposa que hiciese una gran cantidad de halwa, una confitura muy espesa, y le dio todos los ingredientes. Después se la comió casi toda. En plena noche, Nasrudín la despertó.
-Acabo de tener una idea importante.
-Dímela.
-Tráeme el resto de la hawla y te la diré.
Cuando se la hubo traído, ella repitió su ruego. Primero el Mulla terminó de comer la hawla.
La idea – dijo Nasrudín – era ésta: no te acuestes nunca sin terminar toda la hawla que se ha hecho durante el día.

Publicaciones Similares