Nasrudín entró en una tienda
Un día, el mullah entró en una tienda. El propietario se acercó a él para atenderlo.
-Lo primero es lo primero – dijo Nasrudin – ¿me has visto entrar a tu tienda?
-Naturalmente.
-¿Me habías visto alguna otra vez?
-Ni una sola en toda mi vida.
-Entonces, ¿cómo sabes que soy yo?