Leña para fuego

Había un monje que vivía en los altos Himalayas en una cueva y tenía un ídolo de Buda, lo había hecho todo él; lo había tallado, lo había pulido y acostumbrada adorarlo, y vivía feliz en la cueva. Y sucedió una vez que era un invierno muy helado, penetrantemente helado y el monje estaba en meditación profunda. Era pasada la medianoche y el monje abrió los ojos y se encontró con que el fuego se había apagado; hacía mucho frío, estaba terriblemente helado, así es que se levantó, quería prender el fuego, buscó por toda la cueva y no había leña; de repente su mirada cayó sobre aquel ídolo de madera de Buda. El monje quería vivir, así es que tomó el ídolo, lo cortó en pedazos, hizo fuego y vivió.

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