La vida humana
Antes de comprometerse a ser discípulo, el visitante quiso obtener del Maestro alguna garantía:
-¿Puedes decirme cuál es el fin de la vida humana?
-No, no puedo.
-¿O al menos su sentido?
-Tampoco puedo.
-¿Y no podrías indicarme cuál es la naturaleza de la muerte y cómo es la vida más allá de ella?
-Tampoco.
El visitante se marchó decepcionado, y los discípulos quedaron consternados por la pobre impresión que había dejado su Maestro. Pero el Maestro les dijo:
-¿De qué vale comprender la naturaleza y el sentido de la vida si ésta nunca ha sido degustada? Es mejor comer el pastel que formular teorías acerca de él.