La esencia
En uno de sus viajes, el gobernador se detuvo a presentar sus respetos al Maestro.
-Los asuntos de Estado no me permiten escuchar largos discursos – dijo – ¿podrías decirme en unas cuantas frases la esencia de la religión a un hombre tan ocupado como yo?.
-Lo diré en una sola palabra, en honor a su Excelencia – dijo el maestro.
-¡Increíble! ¿Cuál es esa insólita palabra?
-Silencio.
-¿Y cuál es el camino hacia el silencio?
-La meditación.
-¿Y qué es, si me permite preguntarlo, la meditación?
-Silencio.