Insatisfecho
Una vez un sufi se encontró con un monje insatisfecho que salía de la sala de audiencia de Maulana Bahaudin Naqshband. El monje dijo:
-Rehuye a ese hombre, porque sólo se ocupa de trivialidades. ¡He viajado desde China para beber de su sabiduría y me ofrece un cuento infantil!
Cuando el sufi entró en la presencia del maestro, el Maulana dijo, como si leyese su mente:
-Hay mil libros clásicos, todos escritos para ilustrar una decena de verdades. Hay una docena de cuentos que contienen dentro de sí todas esas verdades. Si no fuese porque muchos piden la apariencia de cantidad antes que la relevancia, la primera letra de la primera palabra de una simple historia de niños sería suficiente para instruir al hombre. Todo esto es debido a que el estudiante es de tan pobre calidad por lo que el maestro tiene que repetir, agrandar, y hacer cosas voluminosas que de otro modo el estudiante sería incapaz de ver.