Indigente
Un mono dijo una vez a un hombre:
– ¿No adviertes cuán indigente estoy? No tengo casa, ni ropa, ni comida excelente como tú, ni ahorros, ni muebles, ni tierras, ni objetos de adorno; nada en absoluto. Tú en cambio, posees todas esas cosas y muchas más. Además, eres rico.
El hombre avergonzado, entregó al mono todo cuanto tenía, convirtiéndose en un mendigo. Una vez que el mono hubo tomado posesión legal de todos los bienes, el hombre le preguntó:
– ¿Y ahora, qué piensas hacer con todo eso?
El mono contestó:
– ¿Por qué habría de hablar yo con un tonto indigente como tú?