El pájaro que no volaba
Había una vez un pájaro que no poseía el don del vuelo. Como un pollo, caminaba por el suelo, aunque sabía que algunos pájaros sí volaban. Sucedió que a través de una combinación de circunstancias el huevo de un pájaro volador fue empollado por éste que no volaba.
A su debido tiempo nació el pichón todavía con la potencialidad para volar que siempre había tenido, aún desde la época en que se hallaba en el huevo. Le habló a su madre adoptiva diciendo:
-¿Cuándo volaré?
Y el pájaro atado a la tierra dijo:
-Persiste en tus intentos de volar, como los otros.
Porque no sabía como enseñarle al pichón a volar, ni siquiera sabía como arrojarlo del nido de manera que aprendiese. Resulta curioso, en cierto modo, que el pajarillo no viera esto. El reconocimiento de su situación lo confundía debido a la gratitud que sentía hacia el pájaro que lo había empollado.
-Sin este servicio – se dijo a sí mismo – seguramente estaría aún en el huevo.
Y aún otras veces decía:
-Quien puede empollarme seguramente podrá enseñarme a volar. Debe de ser solamente una cuestión de tiempo, o de mis propios esfuerzos sin ayuda, o de alguna gran sabiduría. Sí, así es. Un día de repente seré transformado a la etapa siguiente por aquel que me ha traído hasta aquí.
Idries Shah