El molino, el Sultán y las aspas que no giran

Un día, mientras paseaba a caballo por sus tierras, el Sultán vio un molino de viento cuyas aspas no giraban. Furioso llamó al molinero y le dijo:
– ¿Por qué no gira este molino?
– Porque no hay viento – le contestó el molinero.
– ¡Un molino de viento está hecho para girar! ¡Exijo que gire! ¡Apáñatelas como puedas! ¡Mañana volveré y pobre de ti si no me has obedecido!
El Sultán regresó al día siguiente. El molino seguía sin girar. Entonces le gritó al molinero:
– ¿No entendiste lo que te dije ayer!
– Si, Excelencia, claro que entendí.
– ¿Y?
– Y le di la orden al molino.
– ¿Y entonces?
– Entonces el molino me escuchó y me contestó. Me dijo «Estoy listo para obedecer. Pero ve a decirle al Sultán, que es más poderoso, que le ordene al viento que sople»
– Justo ahora iba a ponerme en camino para pedírselo – dijo el Sultán

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