Diferencia
Un día, el emperador Akhbar, el gran jefe mogol, dijo a su músico cortesano Tansen, no menos famoso que él:
-Dime, oh gran maestro, ¿quién fue el que te enseñó?’.
-Majestad, mi maestro es un gran músico; aun más que eso: no puedo llamarlo «músico», tengo que decirle «música» – dijo Tansen
El emperador siguió preguntando:
-¿Puedo escucharlo cantar?.
-Quizá, lo intentaré. Pero usted no puede pensar en hacerlo llamar a la corte.
-¿Puedo ir a donde está?’.
El músico dijo:
-Incluso su orgullo puede rebelarse si llega a pensar que tiene que cantar ante un rey.
-Entonces puedo ir como tu criado.
-Si, entonces existirá una esperanza – opinó Tansen.
De este modo, los dos subieron hasta el Himalaya, hasta las altas cumbres donde el santo tenía su templo en una cueva, viviendo en armonía con el infinito, en medio de la naturaleza. Cuando llegaron, el músico iba a lomo de un caballo, mientras Akhbar iba a pie. El santo vio que el emperador se había humillado para escuchar su música y aceptó cantar para él. Su canto era inmenso. Parecía como si todos los árboles y plantas del bosque vibraran; era el canto del Universo. La profunda impresión que causó en Akhbar y Tansen fue algo que no pudieron soportar; cayeron en un estado de paz e inspiración. Cuando aún se hallaban en ese estado, el maestro abandonó la cueva. Al abrir sus ojos, ya no estaba. El emperador dijo:
-¡Qué milagro tan extraño! ¿A dónde ha ido el maestro?’.
Tansen respondió:
-Jamás volverá a encontrarlo en esta cueva. Pues cuando una persona lo ha disfrutado una vez, entonces trata de seguirlo aunque le cueste la vida. Él es más grande que todo lo demás de la vida.
Una vez que hubieron retornado a casa, el emperador le preguntó al músico:
-Dime, ¿qué raga fue el que cantó el maestro?.
Tansen le dijo el nombre del raga y lo cantó para él, pero el emperador no se sintió satisfecho.
-Si, es la misma música, pero no el mismo espíritu. ¿Por qué sucede eso?
Tansen respondió:
-La razón está en que yo canto para ti, el emperador de este país, mientras que mi maestro cantó para Dios. Esa es la diferencia.