Caja vacía y caja llena

El viejo Tahar, un argelino, cada noche, antes de acostarse, dejaba junto a la cama dos cajas de tabaco: una llena y la otra vacía. Alguien le preguntó:
-Por qué dejas siempre estas dos cajas de tabaco junto a tu cama?
-Esta – dijo Tahar mostrando la caja llena – es por si me despierto y tengo ganas de fumar.
-¿Y la caja vacía?
-Es por si me despierto y no tengo ganas de fumar.

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