Cabalgar
Para cabalgar plácidamente sobre un corcel es necesario saber dirigir sus riendas a la perfección:
Cuando conviene tirar de ellas, tirar.
Cuando hay que soltarlas, hacerlo.
Cuando es necesario tirar y soltar, hacerlo también.
El dominio oportuno de las riendas es la base para que el corcel y el jinete den lo mejor de sí mismos, sin riesgos para ninguno de los dos.