Balido
Unas cabras estaban pastando cuando vieron a un león a lo lejos. Unas pocas se alarmaron y corrieron hacia el líder de la manada en busca de su ayuda y su interpretación. El león se acercó, miró a las cabras y rugió.
-No hay por qué preocuparse – dijo el líder de las cabras – y puedo probarlo: ¡Vean qué feo es el color de su piel!… y en cuanto a su balido, se puede decir que con él no llegará a nada.