Átomos
Eran dos átomos que se cruzan por la calle. Uno le dice al otro:
-Hola ¿cómo te va?
-Bueno… acabo de perder un electrón.
-¿Estarás preocupado? – dijo el otro
-¡No qué va..! Me siento completamente positivo.
Eran dos átomos que se cruzan por la calle. Uno le dice al otro:
-Hola ¿cómo te va?
-Bueno… acabo de perder un electrón.
-¿Estarás preocupado? – dijo el otro
-¡No qué va..! Me siento completamente positivo.
Había una vez un hombre que calumnió a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que había alcanzado. Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:-Quiero arreglar todo lo que hice, ¿cómo…
¿Cómo alcanzaré la vida eterna? – le preguntaron al maestro.-Ya es la vida eterna. Entra en el presente.-Pero si ya estoy en el presente… ¿o no?-No.-¿Por qué no?-Porque no has renunciado al pasado.-¿Y por qué iba a renunciar a mi pasado? No todo el pasado es malo…-No hay que renunciar al pasado porque sea malo,…
Un derviche estaba sentado a la vera de un camino cuando un cortesano, acompañado por su séquito, pasó cabalgando en dirección contraria y lo golpeó con un bastón, exigiéndole a gritos:-¡Deja libre el camino, perro miserable!El derviche los dejó pasar, después se levantó y gritó:-¡Ojalá se te cumpla todo lo que desees en este mundo,…
Un hombre que huía, perseguido por otros hombres poseídos por la violencia, pasó junto al Profeta y le pidió ayuda.-Estos hombres quieren mi sangre. ¡Protégeme!El Profeta permaneció tranquilo y le dijo:-Sigue huyendo en línea recta. Yo me ocuparé de tus perseguidores.En cuanto el hombre se hubo alejado, el Profeta se levantó y cambió de sitio….
Le dijo el Maestro al hombre de negocios:-Del mismo modo que el pez perece en tierra firme, así también pereces tú cuando te dejas enredar en el mundo. El pez necesita volver al agua… y tu necesitas volver a la soledad.El hombre de negocios no salía de su asombro.-¿Debo, pues, renunciar a mis negocios e…
Un sufí, vestido con su túnica de lana burda, pasaba por una calle. Golpeó a un perro con su bastón y le rompió una pata. El perro salió aullando y fue a acurrucarse a los pies del sabio Abu Saíd pidiendo que se le hiciera justicia. El sabio le dijo al sufí: – ¿Cómo te…