Anticipación
Dos hombres, que compartían la misma celda, se enteraron a través del guardián de que por orden del rey , uno de ellos sería castrado y el otro decapitado.
Uno de los presos, más astuto que el otro, empezó a quejarse de inmediato, gritando que le dolían los testículos, que le dolían mucho y que pedía alivio. Gritó tan fuerte que el guardián fue corriendo, armado con un sable, y se desembarazó de los dos objetos de su dolor. El hombre sufrió muchísimo el resto de la noche, pero en el fondo de sí mismo, estaba contento por haber salvado la cabeza.
A su lado, el otro, dormía plácidamente. Por la mañana el rey los hizo llamar y les anunció que eran libres, su castigo había sido levantado.