Alimento regalado
Una vez, alguien le dijo a Nasrudin:
-Nunca comas alimento que te envíen como regalo, si no conoces a quien te lo envía.
-Pero, entonces, se desperdiciará – dijo Nasrudín
-De ningún modo, Mulá, primero que lo pruebe el gato.
-Y entonces ¿qué?
-Si el gato muere o rehusa comerlo, sabrás entonces que el alimento estaba envenenado.
Nasrudín quedó impresionado por la lógica y el aspecto práctico de este nuevo conocimiento.
Un día encontró en el umbral de su casa un cesto de uvas que alguien había dejado allí. Llamó a su amigo para observar el experimento. El gato olfateó las uvas y se alejó.
-Las podemos comer – dijo el Mullá.
-Pero el gato no las quiso – dijo el amigo.
-Lo sé, tonto, pero ¿qué gato comería uvas?