Abdul Hassan

Abdul Hassan Kharraqani, el enamorado de Dios, está profundamente recogido. Reza. Hay un gran silencio. Súbitamente, la Voz se dirige a él.
-¡Oh Abdul Hassan! ¿Quieres que diga a la gente lo que sé de ti, para que te maten?
-¡Oh Señor! – responde Kharraqani – ¿Quieres que diga a la gente lo que sé de Tu indulgencia y de Tu misericordia, para que dejen de rezar?
-Entonces… – dijo la Voz – guardemos silencio.

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